El reto de digitalizar los autocontroles


¿De qué hablamos cuando nos referimos a un autocontrol?

Dentro del contexto de la gestión de la calidad, el autocontrol es un proceso integrado en la propia línea de fabricación fundamental para alcanzar y garantizar los estándares de calidad prestablecidos. Aun así, surge la pregunta más fundamental.

¿Qué es realmente un autocontrol?

Un autocontrol es un proceso en el cual los operarios de producción tienen la responsabilidad de realizar controles de ciertas características. Este personal está vinculado al departamento de producción y no al de calidad. 

Aquello que se suele controlar en los autocontroles son, principalmente:

  • Los defectos perceptibles en los productos o componentes a pie de línea
  • La ubicación de dichos defectos
  • La verificación de la trazabilidad del producto
  • El cumplimiento de las especificaciones de fabricación del producto
  • Variables del proceso
  • ¿Dónde se sitúa el operario que realiza autocontroles?

El puesto de trabajo suelen ser emplazamientos donde se encuentra un terminal que da servicio a diferentes máquinas o terminales instalados en la propia línea de fabricación.

  • ¿Con qué frecuencia se realizan los autocontroles?

El autocontrol se realiza de forma frecuencial. La frecuencia se establece en el Control Plan del producto. Normalmente, esta frecuencia tiene establecida por unidades de tiempo, por ejemplo, cada 2 horas, o por unidades producidas.

  • ¿Cuál es el perfil de la persona que suele hacer autocontroles?

El perfil de esta persona suele ser el de alguien con capacidad para llevar varias tareas a la vez, ya que tiene que estar pendiente de múltiples entradas de información que pueden determinar que el producto cumpla con los requerimientos prestablecidos. Estas tareas pueden ser tales como:

  • Cargar las materias primas
  • Asegurar la cadencia de la producción y formar parte de la manipulación o el ensamblaje del producto
  • Reportar el estado de los productos semielaborados a través de los autocontroles
  • Acciones correctivas inmediatas
  • Verificaciones visuales

Suele ser personal sujeto a cierta rotación, lo que conlleva un nivel de implicación que muchas veces no llega a ser el esperado.

¿Por qué es un reto afrontar la digitalización de los autocontroles?

  • Imposición perceptiva de mayor trabajo

El uso de herramientas digitales por parte de los operarios es percibido como una imposición de más trabajo, lo que genera una mayor resistencia al cambio. Este hecho es fundamental para tomarse este proceso como un reto en el que es imprescindible analizar y diseccionar las causas por las que los trabajadores se resisten a llevar a compartir responsabilidades en un proceso de digitalización de estos autocontroles. Es increíble el nivel de excusas argumentadas para no realizarlas en una sociedad habituada a manejar diariamente un teléfono móvil con funciones mucho más complejas.

  • Función concebida como principal

En primer lugar, hemos mencionado anteriormente que la función principal del trabajador que va a llevar a cabo el autocontrol es la de producir. Esta concepción está muy asimilada por parte de este mismo trabajador y es preciso recordarlo.

  • Etapa inicial

Teniendo en cuenta que la etapa inicial de todos los proyectos de implementación digital requiere de cierto tiempo de adaptación y la formación adecuada, esto puede acarrear que se refuerce mucho más la idea que el trabajador conciba la digitalización de sus autocontroles como un obstáculo más que una cierta ventaja en esta etapa particular del proyecto.

  • Perfil multitarea

Además, debido al perfil multitarea y a las exigencias inherentes de cumplir con un tiempo de ciclo establecido, este trabajador suele encontrarse sobrecargado, por lo que resulta un factor determinante como para el uso de herramientas digitales suponga un reto aún mayor.

  • Percepción de control

Aquellos que trabajan de forma más directa con la línea de fabricación también pueden percibir que se les está controlando en todo momento, por lo que puede suponer una fuente de presión y una contribución mayor a mostrar reticencias a la utilización de herramientas digitales.

¿Por qué digitalizar los autocontroles?

Habiendo enumerado todos los problemas de los trabajadores encargados de ejecutar la puesta en marcha de los autocontroles, ¿por qué tantas molestias en implementar la digitalización? A continuación, mostramos las ventajas de tomar este tipo decisión.

  • Visibilidad del estado de las características esenciales

Digitalizar los autocontroles supone quitarse la venda para los responsables de calidad en referencia a la monitorización del estado de las características de la calidad del producto a tiempo real. 

  • Datos centralizados

Esta centralización de los datos y disponibles en todo momento facilita de forma sencilla que los responsables de calidad puedan actuar de la forma más rápida y en el lugar donde se ha detectado cualquier anomalía penalizando mínimamente los costes asociados a la producción. Los costes de contingencia que esta posibilidad que ofrece la digitalización de los autocontroles supone son incuantificables.

Por ejemplo, si el sistema digital salta una alarma porque se ha repetido más de cinco veces en un autocontrol con una frecuencia determinada que una parte del producto se encuentra dañada, el responsable de calidad puede avisar rápidamente a la línea de fabricación para que pare momentáneamente la producción y revisar una posible mala calibración de los utillajes que pueda propiciar a que esa parte en concreto del producto se vea perjudicada. Kapture.io ofrece también la posibilidad de configurar este tipo de alarmas. Este sería un ejemplo de corrección realizada justo a tiempo a partir de una información de un valor incalculable que se ha obtenido gracias a este sistema digital.

  • Datos fiables

Por otro lado, un sistema de reporte de datos de estos autocontroles a través del papel supone que se requerirá, de forma implícita, traspasar todos estos datos a una base de datos informática, ya sea con Microsoft Excel o a través de un ERP determinado. Este trabajo extra conlleva una pérdida de tiempo y dinero ya que usualmente se suele contratar a un efectivo personal para que realice esta tarea de forma exclusiva.

  • Control estadístico

Tener análisis estadísticos que se renuevan constantemente nos da una imagen clara de cómo va la línea de producción en cada instante. Esto significa que no estamos a ciegas; siempre sabemos cómo están las cosas y podemos tomar decisiones basadas en datos actuales, asegurándonos de que todo marche bien y solucionando rápidamente cualquier problema que surja. En Kapture.io existe la posibilidad de incorporar análisis a través de gráficos tipo Pareto, Gauss, etc.

  • Paneles de control e indicadores

Por último, la disponibilidad de paneles de control donde los responsables pueden visualizar todos los parámetros de interés, así como los KPI’s que consideren oportunos de forma rápida e intuitiva, se consolida como un valor añadido que no se podría obtener a través de métodos anquilosados como el uso del papel. Con Kapture.io también sería posible mostrar un Dashboard realizado con programas especializados como Microsoft Power BI.

¿Cómo se debería llevar a cabo el proceso de digitalización de un autocontrol?

Una vez enumeradas las dificultades intrínsecas de los trabajadores encargados de ejecutar los autocontroles, es de una importancia superlativa diseñar una interfaz que resulte lo más sencilla y amigable posible. El operario debe tener la percepción que se le está poniendo las cosas más fáciles con este tipo de acciones.

  • Todo muy visual

El sentido de la vista muestra una capacidad para procesar rápidamente patrones, colores, formas y detalles visuales. La comunicación visual, por lo tanto, es fundamental, para encarrilar un proceso de digitalización adecuado, por lo que los elementos que forman parte de la interfaz han de ser muy visuales, tal como se puede ejemplarizar con los elementos gráficos de Kapture.io.

  • Pocas interacciones

Los operarios deben hacer las mínimas acciones posibles para ejecutar un autocontrol, pues como hemos comentado anteriormente, éstos se sienten muy presionados por cumplimentar las exigencias de producción determinadas por el tiempo de ciclo.

  • Evitar errores

También es importante que ciertos parámetros como el color, el nombre, o la referencia se lleven a cabo a través de elementos con opciones cerradas como listas desplegables y evitar el uso de la imputación a través de texto libre para evitar errores innecesarios que pueda perjudicar al tratamiento de datos y penalizar el tiempo que requieren para llevar a cabo el autocontrol. Kapture.io ofrece la posibilidad de crear listas desplegables y limitar formatos de texto a una nomenclatura específica que ayuda a evitar errores de imputación por parte del operario.

  • Acceso a la documentación

Es preciso que los operarios dispongan de acceso a la documentación a mano dentro de su sistema digital de autocontrol. Además, una de las ventajas que dispone el formato digital es evitar que dicha documentación se pueda traspapelar si se encuentra en formato papel y actualizarse de forma sencilla. Cada pauta de control puede asociarse a la documentación requerida con otra de las funcionalidades disponibles en Kapture.io.

  • Involucrar a los operarios en el diseño de los controles

Se ha de involucrar en el proyecto a los operarios lo antes posible para que puedan compartir también responsabilidades en la implementación del proyecto y, de esta forma, sentirse más importantes en el proceso.

También se ha de tener en cuenta que se ha de escuchar a los operarios durante esta fase del proyecto. Lo normal es que se realicen ajustes, en parte, también gracias a su feedback. Debido a esto, es recomendable que primero se haga una prueba piloto con parte de la línea de fabricación antes de llevarlo a cabo de forma masiva por toda la planta.

Conclusiones

La digitalización de los autocontroles ha revolucionado la forma en que las empresas manejan sus operaciones. Al digitalizar estos controles, obtenemos datos más precisos y en tiempo real que son fundamentales para tomar decisiones bien fundamentadas. En lugar de depender de sistemas manuales que pueden estar sujetos a errores humanos o demoras, ahora contamos con una fuente confiable que nos informa exactamente lo que está sucediendo en cada momento.

Pero mientras la digitalización brinda estas ventajas, es crucial pensar en quienes interactuarán directamente con estas herramientas: los operarios. Si diseñamos interfaces complicadas o no intuitivas, es probable que los operarios enfrenten dificultades para adaptarse o, peor aún, rechacen su uso. Al poner en el centro del diseño a los operarios y asegurarnos de que las pantallas sean amigables y fáciles de usar, no solo facilitamos su trabajo, sino que también garantizamos una adopción más rápida y eficiente de la herramienta. Esta combinación de datos precisos y una herramienta que los operarios quieran y puedan usar eficazmente es la clave para la implementación de un sistema de autocontrol exitoso.

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