La última década ha estado marcada por la transformación digital y tecnológica en todos los ámbitos sociales. La industria también se ha visto afectada por esta transformación.
Hemos pasado de tener los datos e informes en “agujeros negros”, donde la recogida de datos y su posterior análisis eran tareas arduas y complicadas, a disponer de información en tiempo real y poder analizarla con profundidad a través de cuadros de mando (dashboards) .

En la actualidad somos conscientes de la importancia que tienen los datos productivos consistentes, coherentes y claros para poder analizarlos. Es por eso, por lo que se está invirtiendo tiempo y dinero en recopilar el máximo de datos posibles de todos los procesos productivos.
Este escenario nos lleva a fomentar dos valores con cierto componente ético, que son la transparencia y la fiabilidad (de los datos), para poder seguir evolucionando.
Existe siempre un anhelo de que estos valores se cumplan, pero desafortunadamente no siempre es así, cuando interviene la opinática distanciándonos de la realidad:
- Recuento de fallecidos en guerras en los 2 bandos opuestos
- Número de manifestantes entre diferentes opiniones político-sociales
- Scrap real vs scrap reportado en las plantas
- Defectología entre cliente-proveedor
- ….
La tecnología es un claro facilitador para que cojan relevancia estos valores éticos, incluso en contextos que antaño eran impensables. La accesibilidad a los datos es el punto clave para que este cambio sea fructífero.
Si conseguimos que los datos sean claros, coherentes y accesibles, al final conseguimos de forma inherente y automática que sean fiables y transparentes.

Para facilitar el cambio tenemos que conseguir dar herramientas amigables (“user-firendly”) para que las personas involucradas, experimenten en su uso una ayuda en su camino.
Internamente en las empresas, vemos cómo cada vez más se construyen puentes de información entre departamentos, evitando interferencias e injerencias, facilitando la comunicación fiable y transparente entre ellos, que en consecuencia ayuda de forma clara a la óptima toma de decisiones.
En cambio, entre empresas la reticencia es mas grande. Hay resistencia en crear estos puentes por miedo a ser invadidos y poner en riesgo sus propios intereses. Se tiene miedo también a quedar expuestos con sus debilidades.
Esta mentalidad nos hace ser los “prisioneros de la caverna” y nos imposibilita progresar. Debemos tener la determinación de romper con estos tabús y tender puentes de comunicación entre empresas. Esto nos ayudará a seguir creciendo conjuntamente.

Desde Kapture.io, entendemos y promovemos esta filosofía de pensamiento, es por ello por lo que apoyamos a las empresas a trabajar conjuntamente entre ellas: cliente<->proveedor.
Creando espacios de comunicación abiertos, donde los datos productivos o de calidad están presentes en tiempo real entre los actores involucrados. Donde las responsabilidades y las acciones dejan de depender de uno solo y empiezan a ser responsabilidades compartidas. Esto nos permite solucionar y mejorar nuestras debilidades, haciendo que el crecimiento sea conjunto.
Si nuestro proveedor crece y mejora, nosotros crecemos y mejoramos. Al final, el tejido industrial no es más que un ecosistema hecho de personas y máquinas donde si algo falla o va mal todos nos vemos afectados.
BIEL BULBENA PUJOL
24/03/2023 Kapture.IO
Comments are closed.